
Hay momentos en la vida en los que una se para un segundo, mira alrededor y piensa:
¿Pero en qué momento me perdí? ¿Cuándo dejé de reconocerme?
No suele pasar de golpe. A veces es tras una mudanza, un trabajo que exige demasiado, una maternidad que te da la vuelta entera, o simplemente el ritmo del día a día que te arrastra sin darte cuenta.
A mí me pasó.
Soy Mariel, he vivido en varios países, trabajé más de 10 años en recursos humanos, siempre al pie del cañón, cumpliendo, tirando del carro. Hasta que un día el cuerpo y la cabeza dijeron “hasta aquí”. jeje más o menos. .....Me tocó parar. Cambié de ciudad. Luego vino la maternidad, y decidí tomarme una baja larga para estar presente. Estaba convencida de que eso me ayudaría a reconectar, a encontrar calma.
Pero el tiempo pasa.
Y los años nos caen. Literalmente. En el cuerpo, en la energía, en los silencios que se alargan...
Y un día, sin aviso, me descubrí pensando: “Ya no quiero lo mismo que antes. Pero…
¿qué es lo que quiero ahora?”
No era nostalgia. Era una necesidad profunda de empezar a construir algo que fuera mío. Algo con sentido.
Algo para mi futuro. Para mí. Para lo que yo deseo, no solo para lo que se espera de mí. Y ahí me di cuenta: estaba desconectada de mí. De mis ganas, de mis ideas, de mi identidad fuera de los roles.
No quería volver a la versión anterior de mí.
Quería crear una nueva. Una más consciente, más libre, más mía. Sentía que me había perdido. Y no sabía muy bien cómo volver a encontrarme.
¿Te suena esto?
-
Haces mil cosas cada día, pero sientes que no avanzas.
-
Has cambiado tanto que ya no sabes quién eres más allá de los demás.
-
Te da por llorar sin motivo claro, o te sientes vacía sin entender por qué.
-
Extrañas a la mujer que eras antes, pero tampoco quieres volver del todo a ella.
Si te reconoces en alguna, créeme: no estás sola.
Yo también estuve ahí. Y hoy, después de pasar por todo eso, estoy empezando a volver a mí.
No se trata de volver a la de antes.
Se trata de encontrarte en quién eres hoy.
Y aunque cada proceso es distinto, te comparto lo que a mí me ayudó a empezar ese camino de regreso:
🌿 1. Parar de verdad (sin sentirte culpable)
Párate. Respira. Silencia el móvil. Quédate cinco minutos contigo, sin hacer. A veces lo más difícil es darnos permiso para no hacer nada.
🌿 2. Ponle nombre a lo que sientes
Rabia, tristeza, cansancio, amor, culpa, ternura, ansiedad... todo junto. Todo es válido. Cuando ponemos palabras, empieza el alivio.
🌿 3. Escribe lo que te pasa
No tiene que ser bonito ni ordenado. Escribe tu verdad. ¿Dónde estás hoy? ¿Qué necesitas? ¿Qué te duele? ¿Qué sueñas en silencio?
🌿 4. Recuerda momentos en los que sí te sentías tú
Una risa espontánea. Una conversación honesta. Cocinar con música. Pasear sola. Esos momentos son pistas. Ahí estás tú.
🌿 5. Crea pequeños rituales solo para ti
Un café en silencio. Una canción que te conecte. Decir “no” sin explicar. No necesitas grandes cambios. Solo volver a estar un poco más contigo cada día.
Mi propósito hoy como coach es apoyar a mujeres que, como tú y como yo, se han sentido perdidas y quieren volver a encontrarse, con calma, con verdad, con fuerza.
Si todo esto te ha resonado, y sientes que ha llegado el momento de empezar ese camino de cambio. Quiero decirte que sí puedes y tienes todo dentro de ti.
“Vuelve a escucharte. Vuelve a ser tú.”
Mariel
¿Te gustaría recibir acompañamiento personalizado? Hablemos, te leo
Acompaño procesos de cambio con escucha, claridad y dirección para que vuelvas a vivir o trabajar desde tu esencia.
#reinventarse #mujeresreales #coachingfemenino #burnoutmaternal #autocuidadoemocional #volverati #coachparamujeres #maternidadreal #vidaslow #propósito
Añadir comentario
Comentarios