Hay momentos en la vida en los que sentimos que algo no encaja. Puede que tengamos un buen trabajo, una familia hermosa, salud... pero por dentro hay una voz que nos susurra: ¿Esto es todo?.

Hay momentos en la vida en los que una se para un segundo, mira alrededor y piensa:

Cuando decidimos emigrar por razones profesionales, lo hacemos con una mezcla de ilusión, ambición y valentía. Nos visualizamos creciendo, desarrollándose, enfrentando nuevos retos.

Cambiar de rumbo profesional puede generar muchas dudas. Pero hay algo importante que necesitas saber: no partes de cero. Ya tienes habilidades, talentos y experiencias que pueden ser de gran valor en ese nuevo camino que estás comenzando.

¿Cuántas veces te has propuesto algo como "Voy a mejorar mi carrera" o "Voy a hacer más networking" y, seis meses después, sigues en el mismo punto, pero con más café y menos paciencia?

¿Y si te dijera que el éxito en tu transición laboral no empieza con un currículum impecable ni con el mejor networking del mundo? Empieza en tu mente. Sí, así como lo lees. Porque antes de dar cualquier paso en tu carrera, necesitas hacer un cambio mucho más profundo: transformar tu mentalidad.